Acuarela dimensiones 97 x 57 cmLa platja de Castell, cerca de Palamós, término municipal del que forma parte es una de las pocas playas sin construcciones de la Costa Brava (así está la “pobre” de saturada).
La playa está entre Palamós y Palafrugell; de forma que su acceso se produce por la via que enlaza estas dos poblaciones. En una rotonda, a la altura de la depuradora, se gira a la derecha y se circula por una carretera estrecha que lleva hasta la misma playa. Hay que dejar el vehículo en una gran explanada, a modo de parking, separada del mar por un pequeño bosque de pinos.
Merece la pena darse un paseo por el lugar y estarse un buén rato en su recinto íbero. El agua suele estar muy limpia; la playa no es honda y hay un pequeño merendero
Cuando llegan las lluvias (este año escasas), se llenan las rieras y una de ellas rompe la arena de la playa para llegar al mar. No nos tendría que sorprender este hecho ya que es una circunstancia normal, pero no estamos acostumbrados a que la naturaleza se nos muestra de esta forma. La sociedad en la que vivimos modifica, manipula la naturaleza, canalizando, cambiando los cursos naturales del agua, extrayendo recursos hídricos, no respetando los caudales ecológicos, hasta hacerlos desaparecer. De manera que nos cautiva lo que tendria que ser normal. Conservemos estos parajes con nuestro respeto.
